La Cigarra y la Hormiga. ¿Qué insecto es más duro?

Introducción 

Esta entrada va a estar dedicada a unos textos leídos en clase que tratan sobre una cigarra. Como he dicho, estos dos textos tienen como protagonista a la cigarra. Este animal es admirado en el primer texto, el cual es una oda. Mientras que en el segundo, es parte de una fábula en la cual representa la avaricia del presente.


Diferencias

En cuanto a las diferencias, es bastante fácil observar que el primer texto es una oda y el segundo una fábula. Lo más llamativo de estos textos es la manera de enfocar la vida, enseñándonos dos caras de la misma moneda.

Anacreonte destaca la buena vida de la cigarra y su manera de disfrutarla. En el segundo texto (la fábula), se le da un giro de tuerca a todo lo anteriormente mencionado centrándose así en las consecuencias que conllevan no trabajar, depender de la suerte, la pereza y no dejar las cosas para más tarde para no tener que afrontar dificultades en el futuro.


Opinión sobre los textos

Me han encantado los dos, tanto la oda como la fábula. Me parecen dos maneras muy precisas a la vez de entretenidas de ver la vida. Los objetivos de ambos textos son fáciles de captar y genera un debate interno si los lees seguidos cosa que se hace entretenida. Espero leer más textos que den opiniones contrarias sobre algunos temas en la asignatura porque me parece bastante interesante las dispersas opiniones que generan. Yo, personalmente me identifico más  con la hormiga del segundo texto debido a que me gusta tener todas las cosas organizadas y hechas con tiempo.

Estos son los textos:

Oda a la cigarra


¡Cuán feliz eres,cigarra, 
cuando en la cima de los árboles,
ahíta después de beber una gota de rocío, 
te duermes como una reina!
Cuando te rodea es tuyo,
y cuanto ves en la llanura
y cuanto produce el bosque.
Eres amada de los campesinos,
pues no causas perjuicio en sus campos;
los mortales te honran,
saludando en ti a la amable mensajera del verano.
Las musas te aman, y también
el propio Apolo, que te dio una voz armoniosa.
La vejez no puede alcanzarte, hábil hija de la tierra, 
tú que solo amas el canto,
tú que no conoces el sufrimiento,
tú que no tienes ni sangre ni carne y que casi te
pareces a los dioses




LA CIGARRA Y LA HORMIGA:

El sol del verano ardía sobre el campo. La cigarra cantaba a toda voz en las largas horas de la siesta, tranquilamente sentada en una rama.
Comía cuando se le antojaba y no tenía preocupaciones.
Entretanto, allá abajo, las hormigas trabajaban llevando la carga de alimentos al hormiguero.
Terminó el verano, quedaron desnudos los árboles y el viento comenzó a soplar con fuerza. La cigarra sintió frío y hambre. No tenía nada para comer y se helaba. Entonces fue a pedir auxilio a sus vecinas, las hormigas. Llamó a la puerta del abrigado hormiguero y una hormiga acudió. La cigarra le pidió comida.
_¿Por qué no guardaste en el verano cuando abundaba? ¿Qué hiciste?_le preguntó la hormiga.
_Cantaba_respondió la cigarra.
_¿Mientras yo trabajaba? ¡Pues ahora baila!_dijo la hormiga dándole con la puerta en las narices.
Debemos ser prevenidos y pensar en el futuro, para no vernos luego en dificultades.

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