Petrarca

 Ahora voy a hablar sobre Petrarca. Hace unas clases vimos y leímos a este poeta y filósofo italiano nacido a principios del siglo XIV. Como he dicho, era poeta, y hace poco leímos uno de sus textos en clase. El texto es el siguiente:


Cuando me paro a contemplar los años
que han esparcido huyendo mis pensamientos,
y apagado el fuego donde helándome ardí,
y acabado el descanso de mis afanes,
rota la fe de los amorosos engaños,
y en dos partes todo mi bien dividido,
una en el cielo y otra en la tierra,
y perdido el provecho de mis daños,
en mí vuelvo, y me encuentro tan desnudo
 que siento envidia por cualquier extrema suerte:
tanto dolor y miedo de mí tengo.
¡Oh mi estrella, oh Fortuna, oh Hado, oh Muerte,
oh para mí siempre dulce día y cruel,
como me habéis puesto en tan bajo estado!

Ambos textos me gustaron bastante y es por eso que he decidido dedicarles la entrada a ellos.

Para terminar, voy a comentar una reflexión que saco a partir de estos textos. Me pareció muy curiosa la relación que encontré entre estos textos y es que, siendo tan distintos en cuanto al tema principal, me parecen consecuencia el uno del otro. El de Lancelot habla de la lealtad eterna, mientras que Petrarca habla de que se equivocó en la persona a la cual querer, perdiendo muchos años de su vida en un amor que terminaría roto. Y es que el amor no es para siempre ni está hecho para todos de igual manera, por lo tanto, precipitarse y obsesionarse es de la peores cosas que puedes hacer para querer.



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